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¿Cómo quieres tu proyecto? La lección detrás de un diagrama viral

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¿Cómo quieres tu proyecto? La lección detrás de un diagrama viral

– El BUHO

En internet circula un diagrama sencillo y contundente que responde a una pregunta universal: ¿Cómo quieres tu proyecto? Las opciones son cuatro: rápido, barato, bueno o gratis. Y la respuesta, inevitablemente, es que no se puede tener todo a la vez.

Joel Adell Cortilla

Lo que parece un meme es, en realidad, una lección de vida… y de Derecho.

La trampa de lo inmediato

En el día a día de la práctica legal, recibimos clientes que llegan con contratos “resueltos en una tarde”, estatutos copiados de internet, acuerdos cerrados con prisas. Todo se veía rápido y barato… hasta que la primera discrepancia se convierte en conflicto. Entonces, lo que parecía un ahorro inicial se convierte en un costo multiplicado.

En derecho, como en la ingeniería o la medicina, lo rápido y barato casi siempre es sinónimo de incompleto.

El espejismo de lo gratuito

También está la ilusión de lo gratis. Plantillas descargadas, asesorías de un amigo, documentos heredados de otra empresa. Lo que se gana en inmediatez se pierde en pertinencia. Porque cada negocio, cada familia, cada inversión tiene su propia complejidad.

Lo “gratis” rara vez es realmente gratis: tarde o temprano se paga en tiempo, en riesgos o en disputas.

El valor de lo bien hecho

¿Y lo bueno? Lo bueno implica análisis, conocimiento y personalización. Requiere tiempo y experiencia. Y sí, tiene un precio.

Pero es un precio que se paga una sola vez. Un contrato sólido, una estructura societaria bien planteada, una estrategia fiscal clara: todo esto evita años de problemas, pérdidas o litigios. Lo bueno es la inversión que libera, no la carga que pesa.

La utopía de quererlo todo

El diagrama lo dice con humor: si lo quieres rápido, barato y bueno al mismo tiempo, eso se llama utopía. Y quizás ahí está la clave: aprender a reconocer que cada elección trae consigo una renuncia. Que la madurez —personal y empresarial— no consiste en pedir imposibles, sino en elegir con criterio.

Una lección para la cultura empresarial

Detrás de este juego de colores hay una enseñanza mayor: los proyectos que trascienden no nacen de atajos, sino de decisiones conscientes. La cultura del “resuélvemelo ya” puede servir para apagar incendios, pero nunca para construir futuro.

El derecho, como la empresa, necesita cimientos firmes. No se trata de papeles; se trata de relaciones, confianza, reputación. Se trata de construir algo que dure más que la inmediatez del momento.

La mirada del Búho

En AWL no creemos en la utopía de lo imposible. Creemos en proyectos que se hacen bien, con el tiempo y la inversión que requieren. Creemos en mirar más allá de la urgencia del día de hoy para anticipar el impacto de los próximos años.

Hace poco, nuestra colega Janet lo resumía con claridad en su artículo: “Lo barato sale caro: por qué el contrato debe estar hecho a tu medida”. Lo mismo aplica aquí: lo mal hecho termina costando más, en dinero y en confianza.

Ahora bien, queremos añadir algo más: en AWL no pensamos que la única alternativa sea resignarse a procesos eternos o a precios inflados. Apostamos por procesos más transparentes, precios más justos tanto para el cliente como para el abogado, y mayor eficiencia gracias a la tecnología y la colaboración.

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Lo que para algunos parece utopía —calidad, tiempos claros, visibilidad real de dónde está tu proyecto— para nosotros es simplemente el futuro que ya empezamos a construir. Y no, no será barato ni gratis (aunque ofrecemos diagnósticos iniciales gratuitos que algunos consideran “consultas”), pero tampoco cargarás con los sobrecostos ocultos de ineficiencias heredadas.

Será bueno. Será justo. Será claro. Y sobre todo, será un proyecto que avance contigo, no contra ti.

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